Hiere, cabrea, irrita y sorprende que con la sed que pasan millones de seres humanos en el Planeta, se esté permitiendo que en el “Snob´s World” o mundo de lo “snob” se ponga de moda en determinados restaurantes la “carta de aguas” junto a la oferta culinaria. ¡Joder que paladares hay por ahí!.
Digo que es irritante porque mientras haya gente que pague “tela” por consumir determinadas aguas, mal va a acabar este mundo.
Digo que hiere porque mientras millones de niños mueren de sed y un total de 884 millones de personas no tienen acceso al agua, brota una nueva especie humana dispuesta a pagar centenares de euros por una botella de la marca “tal” o con aromas “cual”. Las hay que llevan extracto de ámbar, incluso. Con el ámbar les daba yo en la cabeza a esos inmorales.
¿Saben que en determinadas zonas abandonadas de Dios y del primer mundo con 20 euros habría agua para una persona y para toda su vida?, ¿saben que las aguas que aparecen en las famosas “cartas” llegan a ascender a 2.600 euros?, ¿saben ustedes que ya es casi corriente que se pague,150, 300 ó 600 euros por una botella ideal de la muerte para el “plato fumé” al que acompaña?. Estamos locos, esta sociedad se ha rallado.
Hay que ser gilipollas para pagar eso por el líquido elemento, que me juego la mano a que no distinguen, y un sórdido egoísta para permitírselo.