Se podrá aceptar (¡ya qué van a hacer!) que se recorte el sueldo a los funcionarios, pero que se recorte el número de ellos en áreas como el de la Salud es inadmisible, intolerable e incluso peligroso para el paciente. Me refiero a que, al parecer, en el Centro de Salud de El Clot es un vigilante de seguridad el que vuelve a encargarse de dar las citas médicas y de la recepción y distribución de los pacientes los fines de semana.
No dudo de la buena intención de estos vigilantes pero un celador, que es quien debe atender a los que llegan, está o por su experiencia debe estar preparado para captar cuando un paciente le cuenta los síntomas por los que acude a urgencias, si debe comunicar de inmediato al equipo médico la llegada del enfermo que acaba de pasar por ventanilla o limitarse a ponerlo en la cola y que espere. Al margen de la “cuentitis comodona”, algo tan sencillo como un dolor fuerte en el pecho puede estar causado por un simple constipado o ser un claro síntoma de algo bastante más grave y urgente. Realmente urgente.
Los recortes en las plazas de toros, mire usted, donde el que se la quiere jugar lo hace por voluntad propia y no para que nadie se ahorre nada a costa del riesgo que corre cada uno.
