Residentes de la zona piden “más árboles y menos asfalto” y consideran exagerada la futura anchura de la calzada
La calle 133 va a ser objeto de unas obras del Plan Confianza para urbanizar la vía y conectarla con la 238, con el objetivo de dotar al barrio de un enlace casi directo con la Pista de Ademuz o CV-35.
Este nuevo eje tiene el objetivo de trasladar parte del tráfico que en horas punta satura la salida por la calle 29, actual acceso principal al barrio, pero vecinos de la zona no apoyan la ejecución de estas obras.
Vecinos de la calle 133 han mostrado su descontento con las obras y han pedido “más árboles y menos asfalto” porque consideran que esa vía no es adecuada para convertirse en una zona de entrada y salida, puesto que en un futuro allí se prevé un parque.
Residentes de la zona consideran una exageración la anchura de la calzada que se quedará cuando finalicen las obras “en detrimento de las zonas verdes” que se plantaron en colaboración de las asociaciones de vecinos, escuelas públicas de La Canyada y otros vecinos hace 20 años. También consideran excesiva el área de aparcamiento que se prevé en la parte central de la calzada, teniendo en cuenta que sólo hay viviendas en uno de los lados y “no hay necesidad de más plazas”.
Por ello y para poder conocer con más detalle en qué consisten las obras, han pedido su paralización cautelar hasta estudiar alternativas que permitan un consenso con los vecinos afectados.
“Los vecinos y vecinas no vamos a permitir que se desarrolle un proyecto delante de nuestras casas, en el cual no se han calculado los riesgos, ni peligros que estamos seguros que se producirán si se desarrolla, y con el que se deteriorara la zona de forma irreversible empeorando la calidad de vida”, destacan los residentes.
Otra de sus preocupaciones es que según lo que han podido ver en la documentación de la obra “no se tiene en cuenta la canalización para el torrente de agua que baja por la calle cuando llueve”.
Por otro lado, los vecinos han manifestado sentirse discriminados porque no se les ha informado previamente de las obras antes de la firma del contrato, a diferencia de otras obras en el barrio como las de la calle 8, donde el alcalde ha tenido varias reuniones con los vecinos. Lo que sí está previsto es concertar esa reunión con los vecinos afectados en unos días para que puedan exponer sus quejas.
“Durante la reunión se acordarán las pautas del desarrollo de la actuación con la intención de hacerles conocedores del proyecto, escuchar sus opiniones y que las obras se desarrollen provocando las menores molestias posibles”, señalan desde el consistorio.
PARA FAVORECER LA MOVILIDAD
Esta actuación es uno de los proyectos más emblemáticos del Plan Confianza para Paterna y cuenta con un presupuesto de 3,2 millones de euros. Esta obra es la medida más importante señalada a través del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) para el barrio de La Canyada. El PMUS es un diagnóstico realizado por el Ayuntamiento en 2007, mediante el cual se señalan las actuaciones a realizar en el futuro para conseguir eliminar paulatinamente problemas de tránsito de vehículos y accesibilidad.
Pues claro, a nadie le gusta que pasen coches por su calle, pero venid a vivir a la calle 29, ¿tenemos derecho que los que vivimos en la calle 29 se colapse en horas punta de entrada y salida, a que estén continuamente pasando coches?. Por favor, que hay que hacer más salidas y entradas, y no fastidiar sólo a unos pocos.
És cert que a ningú li agrada tindre un carrer amb molt de trànsit davant de casa, però les protestes no eren per açò.
Fa anys que digueren que farien un parc, i ara volien fer un carrer de 19m asfaltats d’ample. Excesiu, sobretot la part del pàrking, tenint en comte que amb la densitat de població de La Canyada no hi ha problemes per a aparcar (excepte en la plaça del poble, on inclús per a anar a comprar el pà el diumenge pel matí, visquent a 10min caminant, la gent va en cotxe).
Altres qüestions eren que no avisaren als veïns del projecte degudament, i alguns aspectes millorables de l’obra.
Un altre tema important és, que a banda de millorar les entrades i eixides, no serà que en este poble(o barri) gastem en excés el cotxe? Serem uns 10.000 hab. i en les hores punta sembla una ciutat plena de cotxes.
Podriem millorar la comunicació amb València, Paterna, etc apostant pel transport públic. (menys atascos, menys accidents, més barat, menys consum energètic, menys contaminació, no s’ha d’aparcar!, menys estrés perquè evites els cabrejos habituals de quan condueixes, …). Ens queixem dels embussaments però l’únic que fem per a evitar-los és posar-ho més fàcil per al cotxe, i hi haurà més cotxes que faràn més atascos, etc
Per cert, quan no fa tan de fred es pot anar a Paterna en bici en 15min i inclús més lluny i la diferència és brutal: bon rotllo pedalejant i te fiques en forma!